Y de cómo buscar un refugio.
Y así tampoco puedo dejar de pensar en tu llegada.
¿Y para qué hacerlo? Si así suena perfecto.
No necesitaríamos de más.
Y así.
No necesitaría de otro rescate, más que tu voz, más que tu abrazo y tu mirada.
Y así.
Así estaría eternidades completas mirándote y riendo porque sí.
Y... y... y...
No termino de imaginar y a la vez es lo que mejor me sale.
Imaginarnos.
Tampoco termino de entender qué es lo pasa.
Solo sé que te quiero.
Solo sé, también, que me quiero a tu lado.
Adorándote de tal forma...
Una forma que se adaptó a mí y a mi oscuridad
tal cual yo me adapté a tu luz.
Adorándote más y más.
Hasta que los kilómetros empiecen a disminuir.
Y cuando ya sean nulos...
Te adoraré aún más.
Eternamente tuya,